miércoles, 15 de junio de 2011

cosas

siempre estando, siempre llorando, siempre mirando, callado, mirón, sapo, curioso, bailarín por excelencia, domador de sus propias emociones, cariñoso, espantoso, mimoso... acá estoy aun, vivo!
a pesar de que mi volumen esta a 100, los llantos lastimosos de mi pequeño nuevo compañero de vida y sobrino Tomás, logran entrar de alguna misteriosa y casi mística manera a mis poco vivos oídos.

las sensaciones son cortas, sensibles, palpables, culpables, amables y despreciables, todo va en uno, en uno como los sepa llevar y los sepa domar, todo va en como se le presenten en la vida, lo bonito es que si no las tienes te las puedes buscar, aunque además de cosas buenas puedes pillarte a un ejercito de inquietos sentimientos que quieren tomarte por sorpresa y quitarte tu inicial e inocente idea de ser simplemente un niño dentro de un trampolín y dejarte tirado como una paloma sin ver mas allá que el suelo sucio.

es bonito cuando la noche cae y tu estas sentado en un sillón dorado de escamas de la última sombra que se puede observar después de haber visto y sentido tanto... es bonita esa renovación y motivación que te llena las ventanas de una nueva escala de intriga.

se quedo dormido mi sobrino y como que mi leve demencia aumenta en vez de desaparecer, mi hermana me acaba de comentar que le alegra tenerme en casa, comiendo una tartaleta de manzana hecha por mi madre al horno de la multifacética cocina a leña, que le gustaría verme mas seguido así y aquí...en fin, me gustaría ser mas preciso, más seguro a veces, más simple, sin tantos rodeos, más práctico, menos hermético, más libre de mi mismo, por algo fui hecho así, creo que he ayudado bastante a la gente, de pronto un abrazo o un simple saludo o un cruce de palabras, gente después me lo ha agradecido, creo que moriré tranquilo, y como dice una canción, lo que era un recuerdo, me esta dando pena...

al final? no dije nada jajaja solo me gusta danzar y darme cuenta de cosas que se que se viven y se sienten (hay una pelela encima de mi mesa que mi madre acaba de dejar, creo que todo cuestionamiento y todo acto un poco fuera de lo común viene de más antes, y me alegra.

aDios

tatan satisfecho